Se enamoró del aroma que dejo su cuerpo,
Al amanecer, cuando el sereno cubría la madrugada,
Su olor se dispersaba, como el limonero al viento,
Y se iba llenando como la luz en el día.
Se enamoró como el águila de su presa
Y fue imposible cruzar la montaña,
Siempre te buscaba, como el caminante perdido su estrella,
Como mis dedos buscan inútilmente las notas armónicas en mi guitarra.
Se enamoró y era más pequeña,
Se comparó con el tiempo que se había ido en mi cuerpo,
Y fue nostálgico su silencio,
Su cansancio de mis palabras que buscaron su oído.
Se enamoró de mi soledad
Y quiso ser mecánico para componer esta máquina del tiempo,
Y de mis palabras también, cuando de ella era libre...
Yo la ame, como se aprecia la libertad por vez primera.
Su sencillez, su pasión y la visión del mundo,
Fuiste como mi jardín en un sueño prohibido,
Donde te contemple, donde camine tus senderos,
Y cansado... tú me ofreciste el aroma de la vida.
- Autor: enmanuelmundo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de abril de 2016 a las 20:11
- Categoría: Amor
- Lecturas: 190
- Usuarios favoritos de este poema: Lebusla, lily natalia, & Eugenia &
Comentarios2
solo se que este poema lleva tanto amor aunque también creo que un toque de tristeza
Gracias por dejar tu comentario, un saludo.
Produce tanto sentimiento, muy bien escrito 🙂
Gracias por dejar tu comentario, un saludo
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