Compartiendo el alma.

Quiero besar sus ojos, probar su alma ardiente que silenciosa, busca la oportunidad para escapar entre la húmeda superficie de estos labios.
¿Puedes sentirlo? un poco de esta resbala por el borde de mi áspera lengua, pasea por entre mis dientes, recorre poco a poco cada espacio, y en el fondo, procura su morada, escurriéndose, logrando posarse en el hoyo de mi pecho donde habita silenciosa y tranquila.
Una paz solemne se respira mientras te refugias en lo profundo de micuerpo; siento el hilo invisible que nos une, conecta, de mi centro hasta la serenidad de tu mirada.
Te precipitas por la ausencia de tu ser, estrujas lentamente tu corazón contra el mio. Me pierdo en el sonido de tu palpitar, escuchando atentamente el universo cálido de tus entrañas, disfrutando cada melodía que inconsciente vas creando con cada ardiente latido.
Todo es demasiado bueno cuando habitas en las oscuras aguas de mi abismo.