Le rodeaban frases ambiguas que no llegaba a entender;
la tristeza de oírlo la superaba.
Seguían siendo una casualidad efímera de la vida.
Sin embargo les faltaba poco para ser la casualidad única de ambas sus vidas.
Él cambió. Ella no.
- Autor: Rita K. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de abril de 2016 a las 23:39
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 74
Comentarios1
Encantado de descubrir tus letras.
Cariños. Que tengas un bello día.
Ruben.
Me agrada mucho su comentario. Muchísimas gracias. Espero que tenga un buen día.
Saludos,
Rita
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