Sin pudor ni paraíso
No voy a ninguna parte,
no vienes de ningún lado,
no sé por fin qué ha pasado
que me buscas y he de hallarte.
No pretendo enamorarte
ni tú quieres compromiso,
yo no sé cuál fue el hechizo
que hoy me dirijo a tus brazos
y tú vienes tras mis pasos
sin pudor ni paraíso.
Que entonces tú te desnudas
y entonces yo me desnudo
y a tus labios pronto acudo
y en los míos pronto ayudas.
Pasabas y me saludas,
pasaba y me volví a verte,
y ahora aquí, al poseerte,
no sé más de mi destino,
ni tú sabes del camino,
pero ríes de esta suerte.
Que no me dirás tú nombre,
que no he de decirte el mío,
que ya me voy y confío
que el tiempo te de renombre.
Te vas sin que yo me asombre,
me alejo sin más decirte
que fue un placer desvestirte,
que fue un delirio tenerte
y que no hay dios en la muerte
como el amor al cubrirte.
Y como ves nos marchamos,
yo sigo sin rumbo fijo,
tú te vas, nadie nos dijo
que era así, que ya nos vamos.
Ni que es así que pasamos,
nada más que yendo a solas,
que no regresan dos olas
al punto en que se embistieron
y que del fuego en que ardieron
cenizas son las corolas.
Así es que sigo mi viaje,
tú sigues con tu paseo,
gracias le doy al deseo
que juntos nos quita el traje.
Sigue así, que no hay pasaje
seguro en estas batallas,
que cuando a besos te callas,
a besos lo digo todo,
nada más, fin del recodo,
y que estés bien donde vayas.
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25 04 16
- Autor: Óscar Pérez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de abril de 2016 a las 10:03
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 57
- Usuarios favoritos de este poema: dracopeli, Armando Luna Pineda
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