El viento en la floresta que remeda
al canto sagrado de Polimnia en lira
y la tarde roja se deshoja en primavera
seduciendo como el cano cisne a Leda.
Y la tarde, se muere lejana y lenta
tras la cúpula del pálido templete,
en olores a flores y a campo agreste
ya se despide la tarde amarillenta.
Y mientras los gritos infantiles cesan,
los enamorados alimentando sueños
al pie del roble ríen y se quedan,
como queriendo oler por vez primera
los últimos olores nupciales y sedeños
de los místicos álamos en primavera.
- Autor: El último Adan (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 26 de abril de 2016 a las 12:50
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 46
- Usuarios favoritos de este poema: nelida moni, Maria Isabel Velasquez
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