Hoy quise recordar tu tiempo en el lejano cantar del aire frío y espeso;
la sonrisa con la que amanecías a mi lado,
recordándote húmeda y complaciente
en los días soleados donde no eras calor.
He querido recordarte nublada, grisácea y alegre,
con el perfume de tu cuerpo fresco y dominante.
He querido recordarte desnuda, imaginarte desnuda;
desnuda en ese momento y desnuda ahora y yo desnudo
nos he visto cerrando los ojos…
Hoy me recordé tu rostro duro y antiguo,
la mirada altiva, tus besos de amante.
La pasión de tus días anchos y largos,
interminables bajo tu buena vida.
Hoy te recordé en la sonrisa mágica de un niño que halaste,
que hiciste tuyo y el te hizo su madre.
Y es que hoy no pude verte en las tejas, no te pude oler en la tierra,
no supe de ti en ningún lado.
Única es pues tu alma,
únicos tus cielos expuestos,
único tu vientre en el que habito aún después de nacido
sin haber nacido en tu vientre.
Hoy me recordé tus calles y mis andanzas por tu cuerpo,
Hoy me oprime el pecho saberme tan lejos
que te soy extranjero, extraño, ajeno;
viviendo, muriendo, escribiendo.
Hoy me recordé las ganas que tengo de verte
al no poderte oler en la tierra,
al ver lo poco que me queda de ti.
Hoy supe que si he de volver
solamente los dos nos veremos,
sin más presente que el momento exacto en que sonría yo al verte
y tu al saber que nuevamente estaremos los dos,
y solamente los dos lo sabremos.
- Autor: Dogen ( Offline)
- Publicado: 27 de abril de 2016 a las 20:39
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 93
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