Tantas veces aparento estar bien y no lo estoy.
Trato de encontrarme entre toda esta gente cercana a mí.
Pero no lo hago.
No me encuentro por el simple hecho de que tú no estás aquí.
Estás tan lejos. Tú, mi hogar.
Cuánto daría por mirarte a los ojos y descubrir el brillo más hermoso del universo.
El brillo de tus ojos.
Cuánto daría por acariciarte de la manera más dulce posible y hacerte sentir el cielo con mis manos.
Daría mi vida por ser la tuya.
Sueño con que mi reflejo se cristalice en tus ojos.
Seguido de un abrazo largo e infinito.
Necesito de tu presencia para vivir.
Necesito de tu ausencia para morir.
Me aferro a nuestras conversaciones como si fuera una roca en la corriente que me impide caer por aquella cascada.
Aunque quizás caer en ella sea la mejor opción.
Despertarme en un lugar oscuro, ver una luz y correr hacia ella.
Con la esperanza de que sea tu luz.
Con la esperanza de que me estés esperando al otro lado.
Quiero que sepas una cosa.
Si tu presencia, tu amor y tu confianza estan conmigo, no me hace falta nada más.
- Autor: Lean Ozuna (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 28 de abril de 2016 a las 08:05
- Categoría: Amor
- Lecturas: 68
- Usuarios favoritos de este poema: Y.C.R.
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