Ayer te escuché pasar
por álamos silbantes,
y en las chapas del tejado
te sentaste a descansar.
Como en días de niñez,
hojarasca en la vereda
con formas de caracoles
como buscando una senda,
jugabas y desarmabas
la colchoneta de raso.
Siempre fuiste el cartero
que me traía las nuevas,
retornando las nostalgias
en mensajes sibilantes.
Las vueltas que dio la vida
sin cesar, y lentamente
las grabé en mi memoria
para volcarlas en versos,
marcadas en el espacio,
y el tiempo como testigo.
Hoy te pido, mensajero
un favor muy personal:
que des una serenata
a la niña que me apresó,
escrita hace mucho tiempo
con estrellas y luceros.
Para que sea un secreto
no la lleves a otros vientos
Mi secreto es para ella…
y para mí, por supuesto.
- Autor: Walter Luis (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de abril de 2010 a las 07:08
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 55
- Usuarios favoritos de este poema: Elo
Comentarios6
bellas palabras descritas en tu poesía, me han gustado. Saludos
las letras que engalanan tu poesia es hermosas, refrescan el alma..
besso
Pues tu mensajero ha de cumplir tu tarea tan fervorosamente encomendada
Un abrazo mi poeta
Espero que no me falle en este tiempo que el correo es caro e irresponsable.
Un abrazo.
Si no me hago el jocoso, todos me llamarán triste.
Mi poema te devuelve el abrazo. Gracias en su nombre y en el mío.
Muy bella poesía, me encantó leerla...
Felicitaciones.
Un beso.
♥
Muy sabroso viento nos hacés llegar, con ritmo especialmente tierno.
Felicitaciones. Salud♥s nicas.
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