Hoy... amanecí
con tu nombre en mi boca,
con los ojos húmedos
y la mente negra.
Hoy doña muerte
ha salido a pasear,
en un absurdo cortejo
de árboles quietos.
El viento...hace que tenga
estalactitas en mi voz
y mi cuerpo cruje en silencio,
como el esqueleto,
en el aniversario de su muerte.
No puedo secarme los ojos,
hay una tormenta enredadora,
y no cesan de llorar.
Se hincha mi pecho
y mi hija duele por dentro,
oigo el gemir de los violines
recitando sus poemas,
con sonidos de viento.
Escucho su voz,
perdida en el aire,
mi alma se convierte en acero
y mi bondad en mármol,
demasiada vida he vivido,
demasiada muerte he muerto,
cuánta vida abre muerto,
y cuánta muerte habré vivido.
Me sigues hija gritando,
y alargo la mano de mis ojos,
pero me echas encima,
la noche de los astros muertos.
Notas fúnebres,
que agonizan en mi voz,
hoy la cuna de mi muerte,
se mece en el vacío.
P.M Pedro Monroy Gemio
- Autor: Pedro Monroy Gemio (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 5 de mayo de 2016 a las 03:08
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 34
- Usuarios favoritos de este poema: la cuerva, RODRIGUEZ NUEZ
Comentarios3
Un gran duelo.Saludos
No es un duelo, es mi vida que se fue con mi niña
Pedro
De nuevo, poema muy bien escrito, que encierra profundo e irreparable dolor. Una abrazo, mi amigo
Tus palabras siempre son las de un amigo, gracias Fabio
Paso a saludarte, no dejo de leer tu pena, y en la distancia te mando mi afecto y abrazo
Nélida
Muchas gracias Nelida y agradezco tus afectos querida amiga
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