I
Sempiterna heterobranchia
molusco de pasiones y muertes
paredes gélidas que ocultan
losa de nuestros nombres anteriores
Aquí yacemos los olvidados, yuxtapuestos
uno tras otros, sobre, bajo, en, entre
cabe, con..ché -tú, madre abajo
(perro sarnoso tu mar es sangre
de retoños venidos a menos, tu llegada
es el comienzo de las desgracias)
tambien, tu padre; antes que todos ellos
el fundador del campo-santo-rasgado
hilvanado de nervios crudos
de sur a norte
(archipiélago, valle y desierto)
tras cortadas las alas
caímos
Llevo siete cuencas en mi rostro
todos los valles o farallones dónde fuímos
heridos. y una más, aquí tras la nuca
una más, cercana allá al pensamiento
un orificio adicional que relegaron
efímero de patriota sentimiento
dónde fluye la sangre al buscar más vida;
hacia el piélago, al desierto florido, mi vida.
Comunes son los hombres para ti
lugares, negra mujer.
Extiendes tus olas sobre nuestros restos
de acequias desoladas , promontorios todos
dos veces ene. sin nombre. doble ene, a secas lo grito:
NN
II
Hermético caparazón, crustáceo
no tuvieron sangre ni corazón
te llevaron hacia el mar
y no te devuelven al hogar disminuido
ni en restos. Los despreciables
La gira de los ángeles erigidos
por su gracia esquiva de talento
aplausos cerrados
público maniatado se zambulle
caravana del delito bioto
la bota se revienta al pisar
la extinción llegará
ahora. tenemos infierno y militares
disfrazados de hombres
demonios
Dejando presentes a las rocas
generosa solidaridad
de mercenarios dictadores
percebes inmóviles
toque de queda
veda, marea roja
Mi calcio se adhiere y mis dientes
se nutren de organismos vivos
no me distingo del paisaje
ahora que somos uno
lapa, ristre
llareta
Encargos del abismo para los cóndores
roñosos despojos del ser
los últimos fuimos.
nosotros
(tú; quitina, ¿que clase de uña
llevas entre manos?)
Pero volaremos como gansos
hacia el nacimiento de la aurora
lejos del puma metálico
algún día tras la cuaresma
alguna noche inmaculados en asunción
en la canción que pregona;
como hermanos todos juntos...
Graznido para ustedes; maldición!
Vosotros, saprótofos los dejo
atrás, abajo, mas abajo de las fosas
del abismo en que nos lanzaron
al sepulcro de la vergüenza
el odio, el asco más sincero
atórence de su miseria atiborrada
ábranse el cogote con sus propias garras
pero no ensucien al mar ni la tierra
desaparezcan por los siglos mas allá del tiempo humano.
adiós, cristianos.
III
Nos quitaron nuestros ojos
ahora los guijarros y las montañas
la margarita de primavera brota
entre la calzada adoquinada
son mis renacidos pies
Cardumen de esperanza
la muerte también llegara a ustedes
y la ignominia que se escapa
a los simples insultos de caínes idos
morbosos, perversos, odiosos
gusanos de la envidia
desde la muerte os piso
Bandada solitaria del corvo
en su vuelo encadenado prometéico
arde que destripa tus entrañas
en picada sobre la garganta
seca que es este país dunático de matorrales
alto y flaco, crónico enfermo
juncos quebrados como huesos
bebe agua, mas no sangre en tus pisadas
Pisagua, sobrevuela la matanza
Y termina de una vez por todas
y por todas esta vez
se acaba
- Autor: Santiago Miranda ( Offline)
- Publicado: 9 de mayo de 2016 a las 17:31
- Comentario del autor sobre el poema: Siento que trata sobre la caravana de la muerte, la matanza que realizaron sobre helicópteros durante la dictadura, luego arrojaban los cuerpos de enemigos políticos al mar o los enterraban en los desiertos del norte de Chile.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 110
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