Me duermo pensando en ti
y así recuerdo quien fui.
El hombre que era
en mis tempranas primaveras.
Joven ingenuo, vacilante.
Incauto en las traiciones,
con una sonrisa fabricada
casi obligada. Impuesta
para acallar las amarguras,
los temores del alma.
Al principio no me eras bella,
tal vez porque no entendía
el valor de la exclusividad.
No comprendí a tiempo
tu belleza de ser única,
tu belleza de ser genuina,
tu belleza de amar primero,
tu belleza de ser bella.
Me disculpo a mí mismo:
era un chico tonto e indefenso.
Las oportunidades únicas
pasan volando o corriendo.
Tras librarse la batalla adentro
salió victoriosa la confesión.
Pero creo que los conflictos
distorsionan el tiempo.
Tarde, cuando regresé a ti,
a otro ya habías dicho “sí”.
No importa, acepto mi derrota.
de los errores se debe aprender.
Para la próxima será diferente,
Pero, aquí hay un problema,
Uno grande, hondo y alto:
¿Qué otra oportunidad?
Porque no existen dos tú,
solo existe una,
y esa una:
eres tú.
- Autor: Alfredo Santino (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de mayo de 2016 a las 22:04
- Comentario del autor sobre el poema: Creo que se ama de verdad una vez, solamente una vez.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 164
- Usuarios favoritos de este poema: nelida moni, El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Muy hermoso su preciado poema de amor amigo Alfredo..
Un placer pasar por su portal...
Un saludo de amistad...
El Hombre de la Rosa
Muchas gracias Don de la Rosa, es un honor tenerle por aquí. Su visita me ha permitido conocerlo y leer algunos de sus poemas. Creo que es usted un caballero de la poesía. Un protector de la cultura. Sus palabras me honran. Vaya a usted un fraternal saludo.
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