Ella una diosa silente,
Se le extingue la vida
Perdida entre la casa.
Y yo su carne
me deslizo de su cuerpo
imperceptible
me escondo a su mirada.
Olvidos largos que no perdonan.
Se le encogen los sueños
se le apaga la palabra.
Y yo su carne
la olvido en mi otro mundo.
Ella anhelante
espera el 10 de mayo
aprisiona en su alma
los afectos demostrados.
Y yo su carne
La abrazo y lloro.
La fiesta termina
camino a mi mundo
me deslizo de su vida
Ella me aguarda
en ese largo instante
de otro 10 de mayo.
Ella
no sabe de olvidos
su carne hasta que expire
serán siempre sus hijos.
- Autor: Maryrios (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 10 de mayo de 2016 a las 01:49
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 65
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Muy hermoso su preciado poema amiga Maryrios...
Un placer pasar por su portal...
Un saludo de amistad...
El Hombre de la Rosa
GRACIAS. RECIBA UN AFECTUOSO SALUDO.
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