Ella es mar, no es como la mar,
¡sino la mar!, hermosa y peligrosa,
profunda y eternamente azul,
azul como nostalgia y encendida
como el ocaso que prende en
fuego al horizonte, en cobrizos
tornasoles de pasiones y delirios.
Ella es bella, como la sonrisa,
cómo el beso de la luz a la pupila,
como el don del estambre al pistilo
cuando preña con su amor; latidos
nuevos en un marchito corazón,
como la frescura de la lluvia,
fecundando de mañana a
la tierra con ternura.
Ella es inmensa y bella,
como el eterno beso,
entre la mar y el cielo,
y es peligro como filo
de latido, como éste
amor que golpea amenazante,
con su olas a mi pecho.
SALO.
- Autor: Salo (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 11 de mayo de 2016 a las 00:47
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 29
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.