Me gusta ver como su mirada nos recorre buscándome
tratando de descifrar quien es la que se esconde detrás de esa pantalla.
Aquella misma que en las noche imagina
mientras se toca leyendo una y otra vez sus mensajes.
Me gusta admirarlo cuando habla, solo lo observo.
Adoro desafiarlo por que se que de esa manera puedo llamar su atención.
Lo veo allí paseándose de punta a punta
explicando algo que no se, ni me interesa aprender
Solo puedo imaginarme como me toma en sus brazos,
arroja al suelo todo lo que tiene en el escritorio
me sube en él, rompe mi blusa, sube mi falda y haces de mi lo que le plazca.
Quisiera hacer de cuentas que no he dicho nada,
que no sabe de mis sueños húmedos con usted
de las infinitas noches que mis manos jugaron con mi sexo
imaginando que lo que se entierra en mi interior no es otro que su dura masculinidad.
Que no son mis manos las que aprietan mis pechos
Que acarician mi cuerpo
Que no soy yo misma quien se toca buscando mi propio placer.
Quiero ser yo quien deslice mis manos por todo su cuerpo
Conociendo con mis manos cada imperfección perfecta de su piel desnuda
Que es mi boca la que deja un camino de besos húmedos en cada espacio de su ser
Que es mi sexo cual encierra el suyo cuando se clava cual estaca de madera en mi interior.
Me gusta hacerle saber las veces que me he despertado
Agitada por haberlo soñado
Soñar que me toca, que me besa
Que me acaricia hasta provocar el mas bello y exquisito orgasmo.
Despertar mojada por las ganas y hacérselo saber.
Que lo sepa me gusta.
Muero del deseo por que deje de verme como una alumna mas del montón
Como aquella mujer inmadura que solo busca hacerle la contra
Sabiendo que mis intenciones es que sus ojos se posen mas en mi
Y que sus palabras y atención sean solo para mi.
Aun recuerdo esa vez en la que tome tu frase como una insinuación sexual
Solo me limite a sonreír y contestarte con un “ Todo lo que yo hago lo hago bien”
Si supieras que una corriente gano mi cuerpo
Humedeciendo mi centro
Si supieras que de ese día me he convencido que siempre supo que era yo
La dueña de esos mensajes que hacían que su piel se caliente
Que sus deseos florezcan.
Si supiera que solo me bastaría unos cuantos minutos
Unas cuantas palabras
Unas cuantas caricias
Unos cuantos beso
Enterándome en ti para demostrarte
que soy mujer para hacerte sentir.
- Autor: Giselle (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 12 de mayo de 2016 a las 00:37
- Comentario del autor sobre el poema: Lo prohivido siempre obseciona.
- Categoría: Erótico
- Lecturas: 113
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.