De clara y larga cabellera
caía la rosa blanca
cual nieve de tardío invierno
que el mirlo le cantaba.
Gota de agua cristalina
en rayo de luz fulgente
corría en tallo con espina
desangrando su amor latente.
Su pasión ya dormida
de otoños ocres y perdidos
su luna llena se estremecía
en sufrimientos y olvidos.
Era ella, la blanca rosa
que en abiertos pétalos suspiraba
y en lírico amor de esposa
con arpa y verso, desgarraba.
Una nueva brisa prodigiosa
adentró su carne estremecida
como lava ardiente y poderosa
como eclipse de luna enfurecida.
En presagio su vela desplegó
en mar abierto y sin destino,
así, en su corazón encallaba
el amor de un ser divino.
Autor: Jorge Aimar Francese Hardaick
-Argentina- 21-05-2015
Derechos reservados del autor (*)
Blog "MIS PENSAMIENTOS"
http://crisfacu.blogspot.com.ar
- Autor: Jorge Aimar Francese Hardaick (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 12 de mayo de 2016 a las 16:43
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 80
- Usuarios favoritos de este poema: Myriam Estrella B, Maria Hodunok.
Comentarios1
Bellísimo y muy delicado canto al amor, poeta.
Es lindo venir a tu página y ver como el amor fluye por el Portal.
Sos un gran poeta.
Siempre mi admiración.
Gracias por tu tierno sentir mi apreciada poeta amiga María, y de esta forma dejar tus cálidas huellitas en mis humildes letras. Recibe un sincero y afectuoso cariño.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.