LLegó papá a casa, ya es de noche y yo me encontraba acostada, pero la felicidad pudo más que el cansancio, a si que corro a su encuentro, el me recibe con un abrazo y un beso, me toma en sus brazos y me carga hasta mi cama, entonces nuevamente me besa en la frente y me acaricia el pelo, en eso estaba cuando mamá lo llama.
Hoy rompí un florero mientras jugaba, pasé corriendo muy cerca, no fue mi intención, pero ya estoy mas grande y mi cuerpo se a vuelto mas pesado y difícil de controlar, por lo demás hoy estuve con mi hermana la mayor parte del día, le pedí que me llevara al baño en reiteradas ocasiones pero hizo caso omiso, ya no aguantaba más a si que hice sobre la alfombra, papá se enojó, tomó un palo y con el me golpeo, le pedía que parara que por favor no lo hiciera más, pero no lo hizo, continuó golpeándome sin intención de detenerse, cada golpe parecía venir con mas rabia y fuerza, cuando pude escapar de tal golpiza corrí a esconderme debajo de una mesa, pero mamá me alcanzó me tomó del cuello y me lanzó hacia afuera, cerraron la puerta y se olvidaron de que podría tener frío o hambre, me acosté justo afuera de la puerta, quizás se arrepientan y me dejen entrar, tengo mi cuerpo adolorido.
No volvieron abrir la puerta, fue una noche muy fría, extrañe mi camita además tengo hambre, sed y mucho frío. Estaba durmiendo cuando de repente se abrió la puerta era papá, que contenta me puse, por fin podré entrar -pensé- pero papá se interpuso cerrando el paso, caminó hasta el auto y desde ahí me llamó, a pesar del dolor voy corriendo de felicidad, subo de un salto al auto y mientras este avanza miro por la ventana, a mitad de camino este se detiene -que bueno ya tenía ganas de ir al baño- papá se baja y abre la puerta, yo corro a un árbol que se encontraba ahí cerca, quería andar rápido no quiero que papá se enoje nuevamente, pero cuando volteo ya no estaba se había marchado, sin mi, me había dejado ahí, con hambre, con frío y por lo demás adolorida. me senté junto al árbol a esperarlo, pensé que podría volver que solo olvidó algo en casa, pero así paso ese día, el siguiente y el subsiguiente, quizás se perdió por eso no a vuelto, no quiero moverme de aquí, se que vendrá por mi y puede asustarse si no me encuentra, pasan muchos autos y personas pero ninguno es papá, "pobre perrito" dicen algunos, pueden tener razón mi aspecto a cambiado, me siento enfermo, mi mano nunca se recuperó, he comido lo que pillo en algún basurero, pero no me atrevo a ir muy lejos, siempre vuelvo al árbol por que papá me ama -lo dijo incontables veces cuando jugábamos- y vendrá por mi, por que yo a él también lo amo.
- Autor: Renata Jaramillo Muñoz (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 14 de mayo de 2016 a las 02:40
- Comentario del autor sobre el poema: Quise hacer este cuento porque el maltrato animal es tema en nuestra sociedad, está más presente que nunca y sin muchas ganas de retirarse, con miles de personas luchando contra este no se a podido erradicar en su totalidad, yo soy una persona animalista, y de algún modo me gustaría crear consciencia en el resto de las personas, quizás no puedan adoptar, pero si pueden no maltratar, pueden no ser ciegos y mirar al suelo hay muchos perritos como el del cuento esperando a sus dueños, que no volverán, que llevan días sin comer, un trozo de pan o un poco de dinero en comida no te hará pobre, él te lo agradecerá. por favor si lo lees compartelo, no generará un gran cambio, pero puede ablandar el corazón de más de alguna persona
- Categoría: Cuento
- Lecturas: 33
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