Nimbostratus del firmamento
que un permeante río llevas,
gotas que por el viento suave
se dislocan por el sendero.
Un poblado, una ciudad, un pueblo bajo un confín de preguntas vivas, de lado le pasea la brisa sonora por cuencas y cordilleras verdes.
“No hay duda”, ¡agua que arrastra! con trasluciente destello de ocasión, tiene nostalgias y alegrías previas “brilla y llora en calma”.
¿Cuán alto está el reto? pienso y siento al horizonte, sin olvidar la viajera nube que surca el cielo azul.
Puedo entender, la vida espacio inmenso que encuentro, mientras Nimbostratus pasa suave sobre el entorno ondulante día.
“¡Esplendor, retoño!” verde maravilloso diamante, de gala fina Té vistes perpetua estrella del mar siempre serás. cc
Un poblado, una ciudad, un pueblo bajo un confín de preguntas vivas, de lado le pasea la brisa sonora por cuencas y cordilleras verdes.
“No hay duda”, ¡agua que arrastra! con trasluciente destello de ocasión, tiene nostalgias y alegrías previas “brilla y llora en calma”.
¿Cuán alto está el reto? pienso y siento al horizonte, sin olvidar la viajera nube que surca el cielo azul.
Puedo entender, la vida espacio inmenso que encuentro, mientras Nimbostratus pasa suave sobre el entorno ondulante día.
“¡Esplendor, retoño!” verde maravilloso diamante, de gala fina Té vistes perpetua estrella del mar siempre serás. cc
- Autor: Raymond Rosa Ávila ( Offline)
- Publicado: 14 de mayo de 2016 a las 19:19
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 25
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