Al caer el sol,
el frío de la noche
me atrapa en él
haciéndome profundamente suyo.
Propagándose en mi interior,
congelando esa oscura soledad,
acompañando mi corazón.
Aconsejando mi mente
y guiándome a una ingenua felicidad.
Aun me pregunto
el cómo ese pequeño
punto de calor y amor,
no se desvanece como los demás;
y ese agradable frió nocturno
me acaricia el alma
dándome esa calma tan deseada.
Y tal como la luna
que alumbra mi caminar,
me ayuda siempre
a regresar a ese lugar
al que puedo llamar hogar.
- Autor: AZ (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 16 de mayo de 2016 a las 23:13
- Categoría: Amor
- Lecturas: 51
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