Yo pensaba que todas las mujeres eran iguales.
Es decir, pensaba que eran cocineras exquisitas,
que a todas les gustaban la tiernas caricias de mi poesía,
que les gustaban los refrigerios al aire libre en la pradera,
que les encantaban dormir junto a mí durante la fría primavera,
que hablaban castellano como usted, mi preciosa.
Yo pensaba que todas las damas, como usted, eran,
que a todas las encantaba la literatura, como a usted, mi reina.
Pensaba que todas eran honestas, educadas, y hermosas como usted, mi bella.
En fin, pensaba que todas eran blancas, piadosas seductoras
de piel dorada y ojos verdes, como usted también.
Pensaba que cualquiera me querría, me acariciaría y entendería
como usted...
Ahora que estoy viejo y solo, lo admito.
¡Me equivoqué!
- Autor: Julián Riveira Dosártes (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de mayo de 2016 a las 19:38
- Categoría: Amor
- Lecturas: 43
- Usuarios favoritos de este poema: nelida moni
Comentarios1
ESTÁS EQUIVOCADO, NO TODAS LAS MUJERES SON IGUALES, Y NO PORQUE SEAS MAYOR, PORQUE VIEJOS SON LOS TRAPOS, UNA MUJER NO PUEDA ENAMORARSE DEL REFLEJO DE TUS OJOS, DE TU PÍCARA SONRISA, DE TU PORTE VARONIL, DE TUS CANAS PLATEADAS Y BRILLANTES, DE TU FORMA DE SER.-
SIEMPRE SE TIENE EN LA PERSONALIDAD DE CADA UNO, EL ESBOZO REFULGENTE DE LO QUE FUE NUESTRA JUVENTUD, Y ESO TAMBIÉN ATRAPA.-
CARIÑOS EN LA DISTANCIA.-
MARGARITA
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