Me despido por cierto tiempo.
Pronto he de regresar.
Estoy aquí, frente a un espejo y el cristal no miente, simplemente es honesto en su silencio; cavilo y respiro lo más profundo que puedo por lo que veo. Veo el correr de los tiempos en la erosión de mi rostro, ya algunos cabellos son ceniza plateada que brillan y tiznan mi cabeza.
Es fácil voltear atrás y discernir que todo a sido un suspiro, y me pregunto si así será el siguiente instante al fin de mis días.
Ya el infante es un recuerdo, ya el adolescente empieza a ser nostalgia (no lo dudo) ya mi vida es madura, y avanza como el caudal del río en su cause.
Bendigo mis manos que han trabajado y esos buenos pasos que aún descalzo jamás han flaqueado, he desafiado horizontes de espesa bruma, he caminado sobre la tierra soleada; bendecido me siento.
Beso el cristal donde me veo como besándome a mi mismo, y en mis mismos ojos me doy gracias, le doy gracias a la vida y a mi amado dios.
Solamente doy vuelta y en seguida sostengo las rienda: a caminar, anda, no te detengas.
Marc Téllez González.
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Autor:
Marc Tellez Gonzalez (
Offline) - Publicado: 17 de mayo de 2016 a las 22:57
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 38
- Usuarios favoritos de este poema: Viento de amor, María C., David Arthur
Offline)
Comentarios3
Marc,
el camino que recorremos no ha sido fácil, pero con esmero y pundonor, salimos adelante y aún podemos seguir caminando con la frente alta, dando gracias a Dios por este paso por la tierra. Dios te bendiga, querido amigo.
Mallito
Muy sierto amigo mío, el temple nos ayuda a seguir adelante abriendo los caminos más difíciles.
Fuerte abrazo y millones de bendiciones.
Tu siempre amigo.
Marc.
Siempre hay que andar con la frente alta, pisando fuerte y sosteniendo con fuerzas las riendas. Muy bueno
Un abrazo inmenso
Gracias querida Kitty, palabras del tu corazón que dan aliento.
Fuerte abrazo.
Marc.
Siempre también dar aliento para seguir escribiendo
Un abrazo Marc
Un buen poema exisencial y de fuerza Marc para enfrentar el porvenir.
Un fuerte abrazo amigo,
David
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