UN SUSURRO AL BORDE DEL ABISMO

"Intentar ser perfectos es perder el tiempo. Es un trastorno obsesivo que solo lleva a la frustración, porque ser perfecto es una utopía; en algo siempre fallaremos.
Es suficiente procurar ser mejores."

Eduardo Faucheux

UN SUSURRO AL BORDE DEL ABISMO

"Buen día, buena mañana...

deja entrar el sol por tus ventanas;

pon en tu cara una sonrisa y disfruta el día,

¡y dale a tu Vida, amor, esperanza y alegría!"

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Bonitas frases muy bien pensadas y motivadoras,

que compartidas entre la gente, son esperanzadoras;

con buenas intenciónes esparcidas a los cuatro vientos,

prometiendo premios, bondades y cruentos escarmientos.

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En esos mensajes preciosos que la gente manda

(que indicarían los perfectos caminos en que andan),

aconsejan, recomiendan y sugieren que es mucho mejor

ser feliz, estar bien y que, si se los sigue, ¡nunca se estará peor!

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Que estar en paz con Dios, que los demás deben ser perfectos...

que van a conseguir lo que quieren; que hay que caminar erectos...

que el mañana será mejor; que el "pasado, pisado" y vivamos el presente...

que ser feliz no es una opción, o que "ojos que no ven, corazón que no siente"...

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Y el poeta sabio que nos recita y que aconseja vivir la Vida como una ilusión,

que no desesperemos, pues ésta es un sueño y que "los sueños, sueños son";

que no tengamos límites; que no ambicionemos ni el Poder ni el Dinero;

que se está mucho mejor, pobre pero feliz, con el bolsillo con agujeros.

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Que aconsejan que debemos hacer el Bien, sin mirar a Quién;

que querer es poder y ¡que somos iguales a Dios, también!;

que ponga otra mejilla y ame al prójimo como a uno mismo;

haciendo lo que se dice ¿por qué llegamos al borde del abismo?

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Entonces, antes de buscar para los demás la perfecta felicidad,

debamos echar dentro nuestro una mirada con mayor intensidad.

Esto me pasa a mí... que ya estoy harto de contar todos mis defectos,

y hago este poema para que notemos nuestros errores ¡solo por afecto!

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No hay caso, estamos locos... ¡estamos cortados por la misma tijera!

pues también yo critico y, al final, me comporto de igual manera;

porque, ahora, junto a ti, a tu lado, yo me digo a mí mismo

lo que te susurré al oído, ¡al borde de MI propio abismo!

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Eduardo Faucheux

19/05/2016