Cebras hambrientas y hacinadas
arrieras de un mundo en blanco y negro,
los colores confunden en sus mentes
y la locura les golpea sin cesar.
Ya olvidaron que existen más colores
y los olores se reducen a uno solo.
La comida es tan ausente y dilatada
que el asado que huelen les da hambre.
No sabrán de ese gris de chimenea
y un recuerdo a cocina les invade.
La saliva ante la nada la perciben
sin que pan haya para ocultarle.
La locura camuflan con humor,
solo eso achica su dolor.
Si una vez, la estrella fue su signo
hoy ignoran qué ha sido de su Dios.
- Autor: Leonor Cuevas Martín (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 18 de mayo de 2016 a las 09:40
- Comentario del autor sobre el poema: Es un poema sobre los campos de concentración de judíos, en recuerdo de las víctimas de aquel horror de la Segunda Guerra Mundial
- Categoría: Triste
- Lecturas: 65
Comentarios1
Retrato de la pobreza sin esperanza.
Bonito poema.
Saludos
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