y una vez más el pequeño caminante
como si del destino se tratase
se topó con una piedra
¿Era el destino jugando con sus hilos?
¿o solo un error de cálculo del mismo?
sea cual fuese la razón, la tomó y la cargó.
Unos pueblos más adelante
el caminante paró para descansar
"¿por qué el peso extra pequeño amigo?,
¿no te pesa esa piedra?"
un mendigo dijo al paso del carnaval
El caminante, dudoso ante las palabras del mendigo
buscó una respuesta
Por altas montañas
y verdes prados caminó y caminó...
¿es acaso esto mío?
¿por qué cargo esta piedra?
sin duda nuestro amigo estaba confundido
Al pasar un tiempo,
la piedra desapareció de su espalda
"¿dónde está la piedra?"
se preguntaba,
con lágrimas en el rostro decía
"piedra mía, ¡vuelve por favor!"
Cansado y sin esperanza
nuestro caminante observó al horizonte
sus ojos hinchados vieron una bella piedra
pulida y trabajada en manos de un artesano
su voz, a punto de salir, se detuvo a medio camino
su mirada aun fija en el horizonte
mostraba una mueca contradictoria,
una sonrisa empapada con lágrimas
de una composición desconocida
nuestro caminante, sombrero en mano
comenzó de nuevo a andar
pues eso hacía desde que tuvo conocimiento
y sabía que ese sería su final,
disfrutando del camino de la vida
y del camino del olvido
él busca una piedra para embellecer
y con la cual envejecer
- Autor: LLPP (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 19 de mayo de 2016 a las 02:01
- Comentario del autor sobre el poema: un amor que va y viene.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 115
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