En una fiesta nocturna
de alegría contagiante,
decretaste mi exilio,
de manera desafiante.
Fue un dolor indeleble,
injusto e inclemente,
soslayando lo coherente,
el discurso y la gente.
Te respondí circunspecto,
porque era lo correcto,
pues todo lo que decías,
no lo merecía.
Presumí que tu corazón
era el que me despedía,
de una vida de amor,
manchada por tu osadía.
Fue un nocturnal adiós,
con pétalos marchitados,
en el erial del momento,
desafinaste el concierto.
- Autor: Rafael Parra Barrios (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 20 de mayo de 2016 a las 12:00
- Categoría: Triste
- Lecturas: 43
- Usuarios favoritos de este poema: Alejandro O. de Leon Soto, Rafael Parra Barrios
Comentarios2
Una triste vivencia familiar que trato de reflejar acá. en este portal de amor, vivencias y odas.
Es tu poesía amigo, como un reclamo pero con un ritmo rico en lectura. Me gustó.
Te saludo.-
Hola Poeta! Revisando mis publicaciones, releo tu mensaje, y noto que no te respondí. Gracias por tu comentario y disculpa que no te haya respondido oportunamente. Además es cierto lo que me indicas. Es un reclamo. Una vivencia. Traté de hilvanar sublimemente el episodio, por cierto a estas alturas superado, pero quedo el retrato del momento. Un abrazo!
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.