SURCOS DE LA VIDA

SURCOS DE LA VIDA

ALMA Y CORAZÓN

Corazón yo te asigno tanto precio
y por grande, es que te apuesto a la vida
y no te des, alma por mí ofendida
que por ti, guardo también mucho aprecio.

Alma mía que al oler el jazmín
de embelesada sonríe y disfruta,
por su paseo en el fresco jardín
como cuando se degusta una fruta.

La negra dama su mundo trastoca
no la quiere para su alma gemela
tampoco quiere besarle en la boca.

Que tan singular es, que ella entristece
y va que reza empuñando una vela
una vez y otra y ¿por qué tantas veces?.

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EN EL JARDÍN

El jardín ostenta hoy bello señuelo
recibe el frescor de la primavera,
un apuesto lirio se abre a su vera
y se yergue fulgurante hacia el cielo.

Ha dado a la vida, un chote a la rosa
bella, refinada, en garba elegancia
se mece suave al efluir su fragancia
al alba que trae un aire de diosa.

Y las abejas que rondan las flores
con zumbidos amenizan la calma
en el mosaico de color y olores.

Paz complacida reina en el ambiente
y qué agradecida se vuelve el alma
que ríe y goza en su ser transparente.

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AURORA

Aurora que siempre llegas temprana
bañada del gotear del rocío
y ¡qué agradable este momento mío!
ya éntrate, cuélate por la ventana.

Y termina de sellar la mañana
con el frescor que te caracteriza
por mientras me hago a la vida, es mi liza
¡y qué galana en tu traje de ruana!.

Así aprovecho yo para decirte
que tú me alientas en cada mañana
¡acabas llegando! y ¿ya tienes que irte?.

Ah! y no te olvides en el nuevo día
que yo te espero con una manzana,
un néctar de gozo y mi compañía.

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AIRE PRIMAVERAL

Encantadora eres tú, primavera
al llegar floreces la hierba en los campos
ranas felices que saltan los suampos
y muge de celo ya la ternera.

Y se alimenta en el campo el ganado
junto a malinches que rojos florecen,
con los ceibos que orgullosos se mecen,
dice el verdor, que tu tiempo ha llegado.

Un ejército de hormigas se aviva
cortando ansiosas las hojas amargas,
y escarabajos llevando sus cargas.

Una experiencia que a todos convida
contemplarte y añorar tu natura
cual ansiar la juventud de mi vida.

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AÑORO EN EL OTOÑO

Bello fue dicho por Rubén Darío
oh! - juventud mi tesoro divino -
que tan rauda se fue, así como vino
cómo la pienso, en mi actual desvarío.

Aurora, juventud, mi primavera
hoy interrogantes: ¿fueron brillantes?
¿Quizá efímeras? ¿o gratas?, ¿boyantes?
¿cual vapor salido de la tetera?.

Gracias mi Dios por yo haberlas vivido
fueron aquellos muy buenos momentos
que hoy atesoro, que añoro y no olvido.

Aun cuando ya no las tenga conmigo
no importa que hoy ya se escuchen lamentos
¡vida amada! vivo y muero contigo.

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PRELUDIO DE UN DEVENIR

Tengo que decirlo yo y no me agrada
(en este devenir que se avecina
más el aliento mustio que domina),
que mi alma se debate ya nublada.

Mientras la rosa hoy tiene un suave aroma
yo confundo el dolor con mi desgano,
le digo: ¡no eres cierto, tú eres broma!
!qué yo no estoy dolido, yo estoy sano!.

Oh! fortuna, tú siempre ambicionada
te quise y te busqué como un sabueso
y allá reinaste tú bien apartada.

Oh! Vida que rehúsa ilusionada
me voy, te dejo sola y me confieso
yo que nací desnudo, voy sin nada.

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LISTO MI EQUIPAJE

Mi equipaje alisto y lo pongo afuera
sé que no debo morir de impaciencia,
alisto y me alisto pa cuando muera
porque inicio he dado a mi penitencia.

Por mi vida en decadencia
a la que nunca le ha faltado amor
yo bendecido soy por el Señor.

No digo que todo es negro
tampoco que todo es blanco,
escribo del agujero
como la muerte, y soy franco.

Porque franco debo ser con la vida
que por tenerla me arranco
el corazón y la pena sufrida.

Lebusla, 21-05-16.-
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