TÚ: MI IMAGINARIO
¡Yo recuerdo como era cuando por ti
deliraba en confundida emoción!
Me saltaba el corazón tan de prisa,
que ni el respiro que exhalaba calmaba
tal devoción.
Muchas veces, al evocar ese momento,
pensé que me moría, pero acá estoy en
conciencia plena y rememoro con reservas
todo lo que con tristeza y alegría, por ti
sentía.
En esos tiempos jugaba con mis pensamientos,
hacia castillos en el aire y tú eras el príncipe
de mis juveniles y fantástica quimeras.
Nada podía sacarme de esa imaginería
constante, en la que tú eras el coloso
de mis sueños y el jinete de esos vuelos
imaginarios, que emprendía hacia las nubes
del inalcanzable cielo, donde tú habitabas.
Dormí, por mucho tiempo apegada, sin saberlo,
a tu recuerdo y un día sin percatarme del todo,
desperté de ese tormentoso sueño y en ti creía…
Sí, desperté, de un largo y raro letargo, para
reconocer la verdad, mi verdad.
¡Y era que tú existías!
Una fuerte punzada en mi maltrecho corazón me
señalaba, con su dolor, que algo me faltaba.
Hoy intuyo, que ese algo, no era nadie, pero tú.
Lo confieso, no sabía cómo eras en presencia.
Pero sí, en tantas y largas ausencias.
Eras ese dolor en mi pecho, que hacia desmayar
mis energías de vida.
¡Ahora, tienes un nombre y sigues grabado en mí
corazón, más adueñado que nunca!
Has sido en mi confundida vida como la higuera que se
levanta desde el subsuelo, se trepa y se adhiere de grosera
manera, tomando todos los espacios, para adueñarse de la
sabia terrenal que dará vida a la simiente y alimentará al
fruto o lo aniquilará.
Un sinfín de emociones se agolpan en mí Ser cuando te miro.
Y no puedo negar que es inmensa la turbulencia que invade
mi voluntad al estar en tu presencia.
¿Para qué mentir, para qué mentirme? No tiene caso.
Negarlo sería infantil y, esa audacia, no me atrevo a intentarla.
El engaño, sería mi engaño, y eso, es cómo suicidarme mil veces.
¡No tiene sentido morir, sí ya me siento muerta!
¡Hubiera querido sobrevivir a tu amor, pero no fue posible!
¡El amor: sea real o imaginario…
lleva, en sí, su escapulario!
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Autor:
Rainajim (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 23 de mayo de 2016 a las 09:16
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 100
- Usuarios favoritos de este poema: nelida moni
Offline)
Comentarios5
Buenos días...hoy les dejo esta composición...espero les agrade.
Saludos,
Raiza
Felicitaciones a todos los cumpleañeros de este día...Muchas bendiciones y que se cumplan los deseos...
Saludos, Raiza
Muy bello poema Raiza, un gusto pasar y comentar
Feliz inicio de semana
Nélida
Nelida moni
Grato saber que te gustó...Saludos,
Razia
Un poema muy romántico con matices nostálgicos, me ha gustado mucho esa combinación como la maneja.
Muchas gracias por compartir su obra, espero seguir leyéndole por estos lares. ¡Un abrazo!
Genaro ..
Gracias por tus comentarios que agradezco...
Saludos,
Raiza
Absorto leo este sentimiento
que otrora en los días tú has tenido:
delirios, confusa emoción, momento
que ni el respirar exhala sentido.
Muchas veces evocado, morir
presentías, pero tu corazón
en plena conciencia quiso vivir
fortalecido de aquella ilusión.
Contemplo tu imagen embelesado
mi Dama de Canaima quiero ver,
días felices viviendo a tu lado,
desvaríos de un nuevo amanecer.
Al mirarte se agolpan emociones
Invadido de inmensa turbulencia
Que forman el acoso de razones
De voluntad estando en tu presencia.
El amor, sea real o imaginario,
Canaima en sus días lo hizo posible;
perpetuado por el escapulario
que llevo al pecho como arma invencible.
*** /// ***
Pasé un mes de enero turístico por Venezuela, donde he vivido ilusiones emocionadas. En Canaima una semana, (...”negarlo sería infantil”... de amor venezolano que tu bella imagen me recuerda “A la Dama de Canaima”, poema que se ha pubicado. Punto de partida.- Caracas. No sé si me quedó un Estado por visitar. En Canaima pensaba si hubiera podido ser alli donde estuvo ubicado el Paraíso Terrenal.
Ego sum
Gracias por tan extenso y bello comentario... muy lindo tu poema..
Sabes, no conozco Canaima... me apartan de allí los mosquitos y mis temores alergicos.
Pienso que cualquier día iré...
Un Saludos, Grande.
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