Se cuela entra los dedos
que cubren mi cara
un dejo de culpa
por haberte abandonado
a mitad del camino
Llega de vez en vez a mí,
la tristeza por haberte perdido
o porque fuimos compañeros de viaje
solo hasta que tú nombre
me resonó hueco y vacío.
Muchas veces
me detuve en silencio,
solo para encontrar
mis huellas solitarias,
reclamé tu nombre
en mis miedos infantiles
y estuviste siempre presente
en mis culpas y rubores juveniles.
Te fui perdiendo de a poco,
y con los años mi corazón
se fue vaciando de tu presencia.
Fuiste una ilusión necesaria,
y un hechizo mágico de la abuela
para frenar mi rebeldía
Te dejé partir
y tu recuerdo se fue haciendo débil,
como el trompo y la rayuela,
como las escapadas de la escuela
y los primeros besos robados
a la niña nueva.
Te reconozco Dios de Neón,
titilante y frio como la muerte.
Ausente cuando se fue mi hijo
y cuando te llame en silencio
o cuando desesperado
te necesite a mi lado
Hoy no reclamo tu ausencia,
ni espero encontrarte
al final del camino.
No te busco más,
porque estoy consciente,
consciente, de que te has ido.
- Autor: ricardocabrera ( Offline)
- Publicado: 24 de mayo de 2016 a las 12:25
- Comentario del autor sobre el poema: Escribir sobre nuestras creencias personales puede ser, someternos a la inquisición pública y por ende, aceptar el castigo por quienes se sienten vulnerados por nuestra propia forma de pensar. Sin embargo, recurro más bien a la aceptación como ser humano, en la cual respeto, y solicito respeten mis propios puntos de vista.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 132
- Usuarios favoritos de este poema: nelida moni, Marco Antonio (El Gringo)
Comentarios2
cuando se pierde la fe y la esperanza no buscamos mas solo seguimos andando sin mirar atras
Mi estimado Liborio, yo no he perdido la fe, me nitre mi esposa , mis hijos, amigos y amigas, amo estar vivo, simplemente que nuestra propia naturaleza nos impulsa a modificar nuestro sistema de creencias. Pienso que quien basa su espiritualidad en el miedo a lo desconocido, vivirá preso hasta el final de sus días, sin embargo si llega a poseer la riqueza espiritual suficiente para compartirla con los demás, será digna de encomio y admiración.
me disculpas si interprete mal el contenido del poema, creí que habías
dejado de buscar a Dios y por eso mis comentarios.
saludos amigables
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.