Siente como los latidos se aceleran al mirarte,
como mi sonrisa brilla más que el sol.
Siente como tiemblan tus manos al sentir el aire caliente de mi alma besando tu delicado cuello.
Escucha como la sociedad se va al carajo mientras nos abrazamos.
Como el amor se vuelve una coraza ante las oscuras miradas de los demonios.
Mira cómo te escribo cosas pretensiosas pero a la vez bohémicas.
Mira el reloj,
mira como detienes carnalmente las manecillas de este.
Todo ocurre a las doce de la nada.
Toca cada célula de mi piel, de mi rostro.
Araña ese olor a fruta exótica y destella cosas buenas.
Saborea el néctar de un beso, anda, muérdete los labios.
Grita, canta, levanta las manos y celebra bajo la lluvia.
Traza lunas en nuestro cosmos, cruza estrellas, crea colores;
Cosa que cuando abra los ojos diga: “¡Cosa buena lo que siento!”
Baila, salta, ríe, duerme sobre las hojas del otoño.
Cuenta cada rama de este árbol, construye tu futuro.
Levántate y sigue, respira hondo y recuerda que vas de mi mano.
Apoya tu peso en mi espalda cuando te sientas decaída.
Abriga tus miedos, conviértelos en oportunidades.
Piénsame, escríbeme, búscame entre los colores de tus sentimientos.
Llora cuando tus sueños se vean áridos. Haz florecer esa tierra nuevamente.
Que broten esas flores que hay en ti.
Floricultor yo soy, sé darles vida.
No hay infierno ni cielo. Solo pradera, un árbol y tu compañía.
No hay letras ni hojas. Solo un libro con pasiones talladas con sudor.
No hay obstáculos. Solo las ganas de verte…
Verte nuevamente y sentir ese antojo…
De decirte que te quiero más y más.
- Autor: Richard Leon ( Offline)
- Publicado: 25 de mayo de 2016 a las 14:25
- Categoría: Amor
- Lecturas: 32
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.