Gozo de aquel recuerdo del placer
de mis manos juntarlas con las tuyas
me daba, y profundo me conmovías,
llenábas y calmabas mi doler.
Tu eras y eres luz de mi oscuro yo...
y la negra rosa, la luz de mi...
Y hoy amor, vuelas con tus alas de fuego
por ese frío que ciega y... morí...
Viéndote alejarte por ese cielo
mientras mi vida despachaba penas
y mi muerte recogía mis lágrimas.
Más como el hielo caliente arde frío
y una preciosa rosa se marchita...
Te siento y muero dentro cuando vivo.
4/5/16
- Autor: ElContent (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 30 de mayo de 2016 a las 05:25
- Categoría: Amor
- Lecturas: 63
- Usuarios favoritos de este poema: nelida moni, Lectora Perdida
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