La lluvia siempre fue mi amiga,
en la soledad y en la compañía,
éramos adultos y niños cuando llovía,
reíamos y cantábamos a la vida.
La lluvia era esperanza de vida,
y promesa de fértil primavera,
después de llover lucía el sol fuera,
mi calle brillaba por la lluvia bendecida.
El agua se sumía por oscuras alcantarillas,
hacia el fondo de la tierra,
allí donde moraban criaturas infernales.
Regalo del cielo eran para las semillas,
manantiales rumorosos en la sierra,
con el agua se tornaban en jardines los eriales.
- Autor: argantonio ( Offline)
- Publicado: 31 de mayo de 2016 a las 14:24
- Comentario del autor sobre el poema: Existimos gracias a la lluvia, sin ella todo sería un desierto.
- Categoría: Naturaleza
- Lecturas: 54
- Usuarios favoritos de este poema: MA0S
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