La fetidez humana, canta a veces
detrás de las musarañas muertas,
calcinadas por las luchas inservibles
del hombre en tierras de nadie.
Somos podencos pisando
huertos de hambre,
dejándo tumbas abiertas
y escupiendo babas de sangre,
para no decir que la simiente,
nos ha visto como podemos
ejercer la malparida situación
de la vida. No conocemos
la sensación de buscar razas lejanas,
para poder ser, por lo menos un
dia, seres humanos.
Pero es una insinuación de injertos
rotos, de savias castradas,
en este mundo perro,
que no pueden ser un poco piadosos
para unos seres, imparcialmente
destrozados en un cementerio
de vivos, pero sin esencias de ningún poder.
Que lastimera situación encontramos
en ciertos seres, obstinados
en padecer de esa enfermedad
que este mundo nos da,
llena de pus y engendros vivientes,
esas personas que ladran alto,
para poder ejercer de políticos casquivanos
y mantenerse en puestos
eternamente,
en contra de un pueblo masificado
y dócilmente manipulado
P.M Pedro Monroy Gemio
- Autor: Pedro Monroy Gemio (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 1 de junio de 2016 a las 03:01
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 68
- Usuarios favoritos de este poema: Edmundo Rodriguez
Comentarios1
esclavos somos de esas situaciones que han dejado podrir al mundo por los siglos de los siglos, es el mundo real que retratas en tus versos
saludos amigables
Asi es amigo además con cierta ravia, pero nos da igual un abrazo
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