Un pensamiento recurrente...
De esos que no te dejan
tener paz mental.
Esos que vuelven cuando
menos esperas.
Como cuando digo que es
mi último cigarro,
una mentira...
Puesto que no pasan días
antes de volver a sostener
uno entre mis dedos.
Un hábito recurrente...
Una mañana que regresa
Una,
Y otra,
Y otra vez...
Tú.
Tú en mi cabeza dando
vueltas día y noche.
De la misma forma como
nuestras lenguas se
encuentran...
Un ciclo trastornado.
Besos recurrentes.
Uno,
Y otro,
Y otro de nuevo.
Así...
Se vuelven un vicio
recurrente
del que no quiero huir,
del que no quiero escapar.
Recurre a mi día y noche.
Y las tardes no las dejes pasar.
Recurre a mi,
Recurre con tus besos,
Y con tus risas.
Esa extraña forma que tienes
de reír,
al igual que de dormir...
Ese movimiento de ojos
recurrente,
mientras sueñas, supongo.
Esos besos a media noche,
o a medio despertar...
De igual forma,
recurrentes...
No dejes de ser como mis
pensamientos recurrentes.
No dejes de aparecer.
Sigue besándome de la
misma forma.
Sigue mirándome igual,
Sigue siendo mi mejor
pensamiento recurrente.
Sigue recurriendo...
Sigue ocurriendo.
Y nunca, nunca...
Dejes de aparecer,
ni en mi mente,
ni en la puerta de mi casa.
- Autor: Azael Aguiar ( Offline)
- Publicado: 2 de junio de 2016 a las 13:00
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 110
- Usuarios favoritos de este poema: Marc Tellez Gonzalez, María C.
Comentarios2
Encantador verso, constancia ardua de cualquier cosa, y sobretodo del amor.
Saludos poeta.
Marc.
Sobre todo en el amor constancia eso si es fuerza interior
Un abrazo
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