Dios mío, la quiero y tú lo sabes.
Ya le di mis más delicadas palabras y
mis más finos versos.
Le he llevado azahares, violetas,
nardos, amapolas y todas las flores del
jardín de mi madre.
Dios mío, la quiero y tú lo sabes.
Pregunté y me dijeron que solo deseaba un
caballito de plata con alas blancas.
Alegre remonté las olas y penetré
el corazón de los mares.
A su puerta he llegado de lejos con trovadores,
Juglares y un arcón de
oro, piedras preciosas y diamantes.
Dios mío, la quiero y tú lo sabes.
Ten piedad de mi tormento y
préstame tu trueno, tu relámpago,
tu carroza de fuego y tu
sinfonía de arcángeles.
Dios mío, no me culpes por querer
tanto lo que tú con tanto esmero te
ha dignado en hacer tan bello.
- Autor: Samuel Santana ( Offline)
- Publicado: 3 de junio de 2016 a las 09:57
- Categoría: Amor
- Lecturas: 36
Comentarios1
Es precioso, que amor tan bello.
Bendiciones.
María
Gracias Marìa
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