Dejó caer su liviana presencia sobre su rostro
Le insinuó que sus mejillas eran cálidas
Hizo presente su frialdad
Y se impuso sobre aquella dama
Ella gozó esa visita breve
Estaba tanto tiempo sola
Aislada del contacto
Y refugiada en el llanto
Ambos chocaron y no fue por miradas
Él era frio, contrario a como ardía ella
Ella clamaba compañía
Él no era más que una visita
Tuvo su fin y fue rápido como un soplido
Se desvaneció, ella tan solo sonrió
Tan pura y natural aquella presencia
Que por un momento ella se olvidó de su tristeza
- Autor: Clavel (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 4 de junio de 2016 a las 00:01
- Categoría: Triste
- Lecturas: 26
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