Suave brisa la de tu amor.
Suave caricia la de tu proteccíon.
Mas dulce que la miel tu abrigo y amar.
Mas cálido y luminoso que el sol, tu gloria, tu brillar.
¿Quien soy para que me ames?
Dios de mi salvacíon.
¿Quien soy para que me hables?
Si mil veces eh de pedirte perdón.
Mas tu, solo resplandéces en tu luz.
Mas tu, solo me miras con amor.
Me has echo parte de tu escéncia.
Me has echo parte de tu andar.
Abrázame y nunca me sueltes, mi Jesús.
Mi padre celestial..
- Autor: CristoRey ( Offline)
- Publicado: 4 de junio de 2016 a las 04:30
- Categoría: Religioso
- Lecturas: 298
- Usuarios favoritos de este poema: Rosa Maria Reeder
Comentarios1
Bendita plegaria de eleva al firmament. Versos de luz. Saludos de paz
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