Te vas,
dejando entornada nuestra puerta
y tras ella,
mi destino congelado,
que rompe a hervir, intermitente,
en los largos transcursos
de cada latido,
que se sienta a esperarte
y prende la luz
de él “después”
de “más tarde”.
Enmudecíendo el estruendo chirriánte
que salpíca la angustia, en mi cara.
Reposando sobre mis ojos
varios soles ardientes, sobrepuestos,
que te acercan en rápidos recortes
de alcoba desnuda.
Descansando, como entre granos de café,
en el aroma de encontrarte.
Expandiéndose, profunda y lentamente,
en el deleite
de la espera y
de él llegar.
Permanezco inmóvil,
aguardando la caricia de tu voz
Que siempre acaba por abrazarme.
Esperando, tus dedos de tiza,
escribiendo versos sedientos
sobre mi piel,
que el sudor exaltado
se encarga de borrar,
para volver a reinventárlos y rescribírlos.
Desde tus dedos
hasta mí.
Sin rima, sin métrica.
Sólo un profundo agujero
escupiendo palabras benditas,
que se dibujan, impacientes, en mi cuerpo.
AUTORA MERCHE MONROY FERNADEZ
- Autor: Pedro Monroy Gemio (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 4 de junio de 2016 a las 04:54
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 20
- Usuarios favoritos de este poema: nelida moni
Comentarios2
¡ Que belleza de poema!
Que bonito canto al amor, a la esperanza.
Mi cariño de siempre
Gracias pero hoy ese cariño es para mi hija, un abrazo
Jamás podré olvidarla y haré lo pueda para que nadie lo haga, ella siempre está
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