Venía fugándose de algo, de alguien.
en la más oscura y,
más helada madrugada de
todos los tiempos,
De repente los vio allí,
envueltos por el viento,
en un rincón opuesto,
Desprovisto de solidaridad,
pero lleno de desdichas.
Acurrucados en su propio dolor.
Sintió frío , sintió calor.
En la superficie de su ser.
Giró y se topó con su propio rostro.
Avejentado, recién nacido.
Quiso dar el primer paso,
para ingresar en aquél espejo,
resbaló y cayó hacia un pozo,
que ya no tuvo fondo.
Alguien en sí clamaba por salir.
Un rugir sediento se hizo eco
en aquel pozo:
"El animal que maltrate
siempre fui yo
y ahora salir de mi
ya no podría impedir"
Quiso estrangular a la bestia antaño,
luego se encontró vencido.
Ante su fuego rendido.
Acariciando su belleza aciaga.
Sus ajadas manos de siglos ,
tomaron sus mechones mustios,
y se lo llevaron arrastrado,
junto a la familia.
Más allá, sobre la mar,
buques de guerra,
resuenan sus cañones,
que habrán de aturdir,
para siempre o,
hasta el fin de los tiempos.
Vuestros oídos.
- Autor: Solitario del Silencio. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de junio de 2016 a las 19:51
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 61
- Usuarios favoritos de este poema: Lita_81
Comentarios2
Muy buen poema narrativo. Alusivo a la imagen. Proyectando su esencia, me ha gustado por lo de la fiera interna. Saludos
Poeta
Muchas gracias por tu comentario y por el tiempo tomado para leerme. Te mando un abrazo grande.
Tiene razón el compañero, es un excelente poema narrativo. Inspirador diría yo.
Un gran saludo y un placer leerte, mi estimado amigo.
Muchas gracias, muy cordiales tus palabras. Saludos.
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