Supiste de tarot y sortilegio,
fue donde me quedé caperuzada,
es cierto que me das el privilegio
de darle a la tiniebla…la alborada.
Capucha que es mi altar, castillo regio,
no existe en mi pirámide ya nada
que dé la buena imagen y el arpegio
del beso que me eleve cual un hada.
¡No siento en el camino las espinas,
tus besos ya no tienen intervalo,
son cuánticos igual a cuando llueve!
¡Con cuántas certitudes me adivinas:
soy poma ya madura si resbalo
pues caigo en el cojín de tu relieve!
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Autor:
Marah (
Offline) - Publicado: 9 de junio de 2016 a las 09:39
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 59
- Usuarios favoritos de este poema: ESCOLASTICA SALAZAR GOMEZ, alma_28
Offline)
Comentarios2
bello sentir amiga y lo escrito que te identifica abrazos con cariño esco
esta hermoso amiga
un abrazo
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