Escóndete bajo la alfombra
estrellada de tu cuerpo
con el olor que emana
el jardín a media luz
una mañana de domingo.
Ven y acuéstate en la sombra
donde el ruido es prospero
y la mirada, la salde este día.
Usa el olfato
y el gusto que tu boca propone
siente el sonar de tus manos
tocando el cuerpo desnudo
de un vaso vacío.
Comentarios1
que profundos versos me ha encantado te lo robo jiji un abrazo fraternal
Feniz, agradezco tus palabras y tomarte tu tiempo para comentar, desde las palabras son de todos sin dueño, eso es lo hermoso. Un fuerte abrazo poeta!!!!
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