La despedida

Kléver Eduardo Jimbo Paladines

Se conocieron, se hablaron, todo parecía perfecto, el cielo claro, la luna llena, y dos que tres luciérnagas adornaban su cabello.

-Al poco tiempo tome su mano, roce mis dedos en sus palmas, camine tan cerca y la piel se sonrojaba.-
Sus mejillas, ¡sus mejillas! Son suaves pastizales de vida, -sus palabras me llegaron en lo tierno y en lo prohibido- simplemente la quería, ¡cuánto la quería!


¿Y como es el tiempo junto a ella? Pues sencillamente ya no hay tiempo, todo es relativo, el querer se vuelve alma y el alma se vuelve vida. Y mi vida es su vida.


Entonces llego el día, que su tierna madre obligó la despedida. -

Sus manos las recuerdo y sus palmas y sus risas, y todo lo hermoso de la vida y ¡la vida! Y la vida sin sus risas ya no es vida.


Camine bajo la noche y el recuerdo me persigue, las aves de aquel entonces volaron sin descanso, fue tan dura la partida que mi mente no la olvida.


Se conocieron en verano y en otoño la despedida.

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Comentarios +

Comentarios1

  • tihare perez

    Muy lindo 🙂



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