Mi primer delirio para conmigo
fue desconocer cuanto siento
por ser presa de sus sentidos.
El segundo de mis tropiezos,
un jarro de agua fría
que virtió con desprecio el destino.
Del tercero nada recuerdo,
mas sé que precediendo al cuarto hay alguno.
De la Alhambra y sus jardines
viene el quinto de la mano
y el sexto, en Pedro Antonio
parece tener un rinconcito.
El séptimo fueron siete,
siete palabras que nunca decía,
siete espadas que clavó sin tregua
a este corazón humilde, en sus orillas.
La octava, nuevo cambio,
nueva riña,
volver a ver el fuego
asomarle prudente por la boquita
y esos ojos negros que decían
se va acercando la novena.
Diez fueron,
diez caídas,
diez veces sufriendo la misma herida.
La décima me abrió los ojos,
y ese fue
el último de mis delirios con ella.
- Autor: Juan MaGO (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 13 de junio de 2016 a las 04:55
- Comentario del autor sobre el poema: Cuando uno cree estar enamorado, las señales de alarma son inadvertidas. Por eso fueron diez, diez caídas...
- Categoría: Amor
- Lecturas: 59
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., alma_28
Comentarios1
que bonito poema
un abrazo
Gracias Alma!
Un abrazo
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