La soledad
tan despiadada ella,
no necesita razones ni perdones,
ahí está y no sé va.
Siempre me creí inmortal a ella,
siempre, siempre, siempre
pero entiendo que "siempre" nunca es sinónimo de eterno.
La soledad
es bella y escandalosa
o quizá más bien callada y determinante,
no sabría decirlo,
ya tenía mucho de su última visita.
Soledad,
sí contigo me acompaño siempre,
cómo haz de defraudarme.
- Autor: Andrea León Hernández (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 15 de junio de 2016 a las 01:34
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 47
- Usuarios favoritos de este poema: nelida moni
Comentarios1
Me encantó....Saludos,Raiza
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