Mal daimon

Santiago Miranda

 

Maldición nuestro primer nombre
proletario de una tierra
que no te pertenece
y debes trabajarla hasta tu muerte
desde ahora eres escindido del plano terrestre

Desterrado, apátrida, abraza tu ostracismo
que sólo estarás, al bautizo del alba y al ocaso
del regurgitante entierro sobre el mar


Adopta tu nombre trazado por un tiempo des
memoriado y concede un espectáculo digno del olvido
carente de venganza o justicia al carcelário
entrega al fuego a aquel ideal desgraciado

Embrujo oscuro que encadena
a cada eslabón de los eventos
hasta acabar uno derribado
sobre el áspero cemento
en cualquier protesta

Trabajo, trabajo, trabajo
para eso has estudiado
obedecer y guardar silencio
al enmudecer estoy cumpliendo

Mi lugar en este mundo
abstracto e infinito, ahora cercado
me obligan a moverme en mi puesto
siendo la vida solo movimiento

Funesto aire respiramos
se intuye el desastre
a cada paso que no damos
desastre que solo puede ser
sino nuestro en la historia fue
episodio con sangre redactado


II

Frustración mi segundo nombre
Ignacio, frustración
envidia
¿por qué escribimos los que escribimos?
después de la cima de los titanes
donde el mundo suele estar desfragmentado
y colapsado al mirarlo con ojos cerrados
¿por que tanto placer en el sufrir?
¿por qué repetirse uno en el plato frío, mas
de la misma vieja poesía agonizante?
para que combatir frente al ... ¿olvido?
que todo remece y condena
a su compañia de madre certeza al volver
a ella ¿por que no dejarse morir como el resto
de los hombres? ¿por que no callarse de una vez?
¿Por que no dejar al rey de Finlandia
atravesarse los sesos con envenenadas dagas?
dejarse
dejarse llevar
por la corriente de los días
hasta la caída en las rocas
todo flota
al perder la perspectiva
todo puede ser cuando lo que no debía
suceder sucede inusitadamente
sin reír ni chistar..
ella no volverá… por mis palabras
de trascendencia forzada
formulaciones encantadas, desterrada de magia
no entra en la inmunidad de sus columnas sacras
regia figura alada y desalojada
montar el toro por los cojones
no es para mi, como para tí lo fue
entregarse a su criterio desgarrado
no, la cerveza es un refugio helado
pero el vino, espesa sangre llena de misterio
e historias estivales
¿quien es Santiago y por que entregó
su curso al caos y que es un Ignacio
su curso al caos y que es un Ignacio
mi nombre, tras el resto de todos los hombres
de esta sempiterna e innominable ciudad?


El sentimiento D. F. Wallace
"soy un impostor, un ladrón inútil
y debo pagar el precio de mi pecado"
colgémonos todos a las faldas del roble padre
que la soga se mece al viento esperando por mí
extrañandome, cuidadosamente observando su dominio
y el secador de pelo tiembla a mi pasar en la ducha
y el horno que rara vez se ocupa, deja salir su aliento ensoñador
así las calles atiborradas de buses y autos, hablan por si solas
llamándome con sus brillantes soles y los cables eléctricos
bufandas o líneas de juego y los servicios del almuerzo
intentan marca su camino sobre el cuerpo, destino de los altos
edificios; piscinas olímpicas recibiendo jóvenes héroes desnudos
agolpados bajo esta perspectiva todo el mundo es la atracción mas insinuante"
Y Ignacio i-gnoracio i-gneo - nominoso - nominia que en el olvido bajo
el sentimiento C. Bukowski;
La sed perpetua
del infierno la eterna insatisfacción.

 

 

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  • Autor: Santiago Miranda (Offline Offline)
  • Publicado: 15 de junio de 2016 a las 20:57
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 44
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