Quiero apoyar mi cabeza en tu hombro, señor;
y dormir profundamente o desahogar mi tristeza,
resguardarme tras tus brazos y aliviar mi dolor,
sentir que es tu hombro, todo amor y fortaleza.
Quiero apoyar mi cabeza en tu hombro, señor;
Y sentirme muy seguro y saber que es mi refugio;
¡que no importa el agresor, me protegerá tu hombro
fuera cual fuera el mal, fuera cual fuera el presagio!
Quiero apoyar mi cabeza en tu regazo, señor;
y dormirme a sabiendas que tu vigilas mi sueños.
¡Que en horribles pesadillas tu mano por mi cabeza
pasaras de forma tierna!, y si un sueño grato es;
sé que con tu mano buena, me acariciaras también.
Quiero sobre ese tu hombro volver a soñar despierto,
pensar que el ligero viento puede regresar el tiempo…
¡Y volver a ser tu niño! donde inquieto y en mis juegos
soñaba ser como tú y tenia de gloria mil sueños.
Quiero apoyar mi cabeza en tu hombro, señor;
pero ahora sin tristeza, desesperación o temor,
¡Sino solo con cariño, con respeto y con amor,
para decirte que el niño en hombre se convirtió!
Y que aún guarda la ilusión, muy dentro en su corazón,
a pesar que es mayor, de algún día a su padre parecer,
¡Y que si mi Dios lo quiere y llego a ser padre también!,
Ver a mi hijo crecer y escuchar, quizá en alguna ocasión
que le aflore el sentimiento, decir tierno y con cariño;
“Quiero apoyar mi cabeza en tu hombro, señor”… Al igual que lo hago yo.
- Autor: Caballo Negro. (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 18 de junio de 2016 a las 15:43
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 304
- Usuarios favoritos de este poema: nelida moni, Lita_81
Comentarios1
Hermoso
Feliz tarde!
Nélida
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