Has llegado a mi vida,
y al parecer has llegado para no irte jamás,
tu presencia en mi vida
es tan persistente
como gotas de lluvia golpeando una ventana.
Tú eres pequeñas y refrescantes gotitas de lluvia
golpeando mi triste y oxidada ventana.
No quiero que seas lluvia pasajera,
quiero que siempre estés ahí,
insistentemente golpeando mi ventana;
quiero que llegues hasta mi corazón
y lo hagas sentir de nuevo.
Mira las margaritas en mi jardin;
están secas y sin vida,
pero con un poco de cuidado y paciencia,
con un poco de amor,
con un poco de lluvia, todo se vuelve más hermoso.
Por eso quiero que,
con tu mágico orvallo
hagas florecer mi corazón,
le des vida y color,
le des ilusión,
felicidad...
Quédate, pues los días lluviosos son mis favoritos.
- Autor: AHFOD (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de junio de 2016 a las 00:26
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 96
- Usuarios favoritos de este poema: Edmundo Rodriguez, pani
Comentarios1
dandole un nuevo rumbo a la tristeza te felicito.
Muchas gracias. Siempre hay que tener en cuenta que hay una pizca de cosas buenas en lo malo c:
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