Cuando dejas de venir
me sumerges muy profundo
en agujeros negros inmensos
del universo de mi alma.
Se suceden los recuerdos
y se agolpan persistentes
agitándose con saña
en mi ansioso corazón.
Y... qué hacer, si el sometimiento
a tu arbitrio es condición
sine qua non que me impones
lo quieras tú o no.
Esperar es mi condena
pues gozar en libertad
tu presencia es utopía,
aunque me cueste aceptar.
Más... si de pronto tú llegas
y del marasmo me rescatas,
de un minuto haces un siglo
de placeres infinitos.
- Autor: ELEPE ( Offline)
- Publicado: 20 de abril de 2009 a las 23:48
- Categoría: Amor
- Lecturas: 76
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