EL CAFE
Sentado en un café
escuché voces de ayer,
alguien decía que me amó,
eran voces lejanas
voces olvidadas,
voces tristes que producen dolor,
ecos negros en mi mente,
risas sucias estridentes,
miré el café... lo tire por si eran de él,
pedi uno mas y me tranquilice.
Esta vez... susurró el aire la voz,
voltee mi cabeza y escuche,
"te sigo amando"
mi locura, mis fantasías,
llegaban a la realidad,
cerré los ojos y me vino su olor,
me arrodille pidiendo clemencia a Dios.
Como gusanillos locos, salieron corriendo
lagrimas perdidas, guardadas en el desván
de mi corazón.
Mi memoria me recordó, que fue en ese café
donde por primera vez la bese,
por mi cara rodaron recuerdos de un ayer,
convertidos en lagrimas negras dolor,
cerre las manos, apreté los parpados
y me fui llorando
Al fin de cuentas, me iba enterando
Que ya mi vida estaba marcada,
La mala suerte, me iba abrazando
P.M Pedro Monroy Gemio
- Autor: Pedro Monroy Gemio (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de junio de 2016 a las 03:43
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 35
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z.
Comentarios2
Hurgando en la fuente, metido en el ajo.
escribo vivencias que impactan fracasos,
Se rompe mi alma, solo ya recuerdo;
impotencia soy, impotencia llevo.
Debo de aceptarlo, no quiero, no puedo.
Buen poema amigo
Muchas gracias por tu poema y tus palabras
Cuántos momentos pasan delante un café!!!!
Un placer leerte pedro.
Abrazos de Inesita
Inesita cuanto placer tus palabras gracias amiga
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