**~Relatos: El Techo de Cristal~**

ZMRS

En el espacio existen muchas formas de dimensiones altas y bajas. Es la década del llamado “hombre en la luna”. Todos muy atentos a la información. El universo no sospecha que ha entrado un hombre a su inmenso poder de sublevar al hombre en su enorme hogar para enaltecer y preponderar su cuerpo hacia una nueva dimensión. Llega a la luna y su techo es tan oscuro como el universo mismo tan pavoroso, y temeroso. La luna en su máxima luz fotogénica, se hace notar más su color a blanco marfil. “El hombre ha llegado a la luna”, dice el noticiero y ha plantado bandera en la luna. Todos observan desde una perspectiva tan asombrosa que les hace muy feliz el alma y la vida. En la vida se tiene que pensar en interiorizar nuestro corazón a nuevos valimientos y sin temores. El llamado techo de cristal, se hace aún más visible el trayecto hasta pernoctar donde esta el techo seguro y fuerte. Es un camino estrecho, angosto y muy oscuro y es el mismo universo.  

Susumo, un hombre, alto, decidido, capaz y audaz en mantener la cinta negra en Judo, se vé obligado a combatir sin cinta negra. Es el día de la batalla entre él y su contrincante que pelea muy bien, pero, Susumo sabe técnicas y tácticas que el sumo le había yá enseñado para obtener un inmenso poder sobre el cuerpo del otro. Susumo cree perder, cuando llega un aviso de tiempo, se calma, y su paz interior se apodera de él como presagiando un fiel momento entre él, el sumo y su adversario. Un golpe casi mortal, proyecta Susumo, cuando decide albergar más fuerza de la que yá el sumo le había ocultar para el final de la batalla. Y gana la contienda y obtiene el dan en Judo, un nivel de graduación para el grado de maestro. También tuvo que enfrentar un techo de cristal, en la reyerta de saber si es o sería el mejor en su ámbito profesional.

Anacleta una vecina de la ciudad de G-nai, es una muchacha que pinta cuadros perfectos con pintura. Y se enfrenta a una reyerta entre el calor del día y pintar cuatrocientos cuadros en el día, una cifra casi imposible de hallar con la imperfección del día y el calor. Es una total aventura en saber que el comienzo del día se debe al calor máximo que habitaba en el cuarto por donde se pasea la musa inspiradora para poder crear y pintar estos cuadros para ganar la competencia. Comienza, Anacleta, pinta el primer cuadro, cree que es demasiada pintura en el cuadro de camba, quita un poco de pintura derramada y logra hacer una cara con un trasfondo de otro semblante igual o parecido a Jesús el Nazareno. Le gusta y le queda bien, deja secar con el calor que abundaba allí. Y Anacleta, decide continuar pintando, hasta lograr hallar una habitación en tercera dimensión hacia un universo lleno de oscuridad. Y lo logra, todo un éxito. Anacleta, decide ver sus cuadros colgados frente a ella. Y siente una satisfacción de mucha envergadura. Y el techo de cristal se convirtió en uno seguro, competente y fuerte para albergar el éxito de su vida y a largo plazo.


Llega el verano del ‘68. Un grupo de excursionistas deciden un viaje por el bosque Fruio del Monte. El guía no se percata, que el cielo tenía nubarrones fuertes para la excursión, pero, todos deciden salir airosos y entran en un trance de excursionistas novatos. Dos deciden seguir la ruta ensimismada, y la siguen hasta un punto en el cuál se vá desapareciendo la línea que apunta el rumbo a seguir. Los otros excursionistas se van por otro rumbo, más cerca del grupo, más seguro y más corto. Los primeros que se pierden en el bosque Fruio del Monte tienen un techo de cristal muy frágil. Se ven obligados a detener el curso del peregrinaje o continuar el trayecto para saber si llegarán sanos y salvos o transigir y dar de vuelta al revés la senda hasta pernoctar otra vez desde su punto de partida. Los dos excursionistas están muy bien preparados para cualquier eventualidad que les llegara a suceder, pero, recuerda son novatos. Tienen linternas, soga, comida, brújula, y luces de bengala y otras cosas. Llega yá la noche fría y desolada, temen por sus vidas. Deciden con inteligencia, hacer una fogata para mantener el calor en el cuerpo. Llega un oso gigante, se enfrascan los dos hombres, cuerpo a cuerpo, contra el oso salvaje y silvestre del bosque, lo matan con las antorchas encendiendo con fuego. Llega una cobra con letal veneno, y se encoroza la cobra, y uno de ellos la toma por el cuello y zás, le da muerte en menos de un segundo. Deciden los dos excursionistas a encender las luces de bengala y encienden el bosque de Fruio del Monte. Un guardián forastero del bosque mira el cielo y se observa las luces de bengala en medio del bosque. Llama a emergencia, hace una comitiva para la busca de estos excursionistas en medio del bosque. Pero, fíjate que nos los encuentran al emprender la búsqueda. Se hace de día, y yá han utilizado las luces de bengala no les queda más. Les queda la brújula y la soga, yá no queda comida y las baterías de las linternas ya se agotaron. Hay un precipicio donde observan una cabaña sola, solitaria y abandonada. Tiran de la soga y bajan con cuidado y precaución hasta abajo en la cabaña. Ya quedan más seguros, pero, su techo de cristal es todavía inseguro y más débil y frágil. Llega un viejito muy sabio, por cierto, los regocija en su seno y en su cabaña. Toda la noche, conversan de todo. Por la mañana emprenden el camino, porque el viejo les dice una ruta y llegan sanos y salvos a un comercio cercano a la cabaña. Ahora, sí, su techo es fuerte como la roca y vieja, segura y autosuficiente.

El techo de cristal, los relatos de la vida tan real como en la fantasía de vivir. El techo de cristal puede ser tan frágil como romper un cristal o tan fuerte como competente y autosuficiente. Tú, decides cómo ver la vida desde un punto de comienzo en la partida o un final desastroso. Tú, decides cómo obtener triunfos o fracasos. Aciertos o errores. Tú, eres el pilar de tu vida, y no una marioneta como otro quiere que seas tú. Tú, decides, ser su dueño o cómplice o títere de tu propia vida y destino. Tomar las riendas de tu vida no es cosa fácil, pero, sí se puede. Suerte…

 

                               

 

        

 

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  • Autor: EMYZAG (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 27 de junio de 2016 a las 00:02
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 13
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