Tiempo al límite, pero feliz de poder compartirlo
Miro en silencio, mi sombra bajo el sol ardiente,
Veo mis manos, la piel destrozada por el fuego,
En la arena se proyecta mi alma doliente,
Y en mi corazón se encuentra el sepulturero.
En el pecho solo un enorme y vacío hueco,
Por las venas ya solo cenizas corren,
Y el alma, llora en lúgrube y cansino duelo.
No hay lamentos, no hay quejas, solo silencio.
No hay dolor, no hay lágrimas, solo silencio.
No hay rencor, no hay odio, solo silencio.
No hay recuerdos, no hay un te extraño, solo silencio!
Vacía está la sepultura, las cenizas se las llevó el viento,
El alma anda errante, buscando al corazón quedo.
Ya no hay música en el aire, ya no florecen los cerezos,
La naturaleza ha muerto, el mundo está estéril y seco,
Los mares están vacíos, vacíos están los cielos,
Y solamente estoy yo, atrapado en un infinito silencio...
Comentarios2
Buen trabajo Max. Dramática y profunda poesía.
Gracias por compartir.
Gracias Hugo, por pasar y comentar. Que tengas un buen inicio de semana.
Lo has plasmado tristemente, pero con una realidad que hasta hiere de pura verdad que es cuando el alma está así, psrece que se debilita hasta desfallecer.
Un abrazo
Y parece que las fuerzas te abandonan para siempre, y que no existe una posibilidad mínima de superar esta difícil situación. Pero debemos seguir adelante, a pesar de todo...
Gracias por tu visita y tus comentarios amiga
Que tengas un hermoso día
Max
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.