Aunque no estés aquí visiblemente,
aunque los ojos no te puedan ver,
basta el oído, basta un sonido escuchar
para saber que estás aquí presente.
Porque jamás te fuiste lejos de nuestro mundo,
ni dejaste extraviado al hijo pródigo
que, por tu sangre, redimido fue:
le acompañaste siempre y te quedaste con él
bajo las consagradas formas sacramentales,
en este pan, en este vino santo.
Podrá engañar la vista, el gusto, el tacto,
podrá locura parecer a muchos,
podrá ser despreciado el sacramento,
pero aquí nos esperas, muy sonriente y contento.
- Autor: Sebafel ( Offline)
- Publicado: 29 de junio de 2016 a las 02:39
- Comentario del autor sobre el poema: ojalá este soneto de versos libres sea de su agrado
- Categoría: Religioso
- Lecturas: 685
- Usuarios favoritos de este poema: EDGARDO, LEONARDO HENRRICY, Beatriz Blanca, Rosa Maria Reeder
Comentarios4
hermoso
Me alegro que te gustara 🙂
Pero para el creyente practicante es todo un símbolo del amor verdadero e incondicional. Se entregó para darnos la vida a nosotros.
Me encantó leerlo, aún hay personas que creen y eso es bello.
Su amor esta en su misma creacion y sus sacramentos. Versos de luz. Saludos cordiales
VERSOS DE LUZ
ABRAZOS DE PAZ Y ALEGRIA
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